El COVID, sus efectos y las perspectivas económicas y políticas para 2021, centraron la Asamblea General Ordinaria de ASETRA.
En Oviedo, el día 5 de marzo, y por las circunstancias del momento, se realizó la Asamblea General Ordinaria de Asetra de forma telemática. Como es preceptivo, al inicio de la misma, se leyó el acta anterior, se presentaron las cuentas y el presupuesto para el año que viene. El Presidente expuso su informe indicando que cree que a nadie se le escapa que el año 2020, ha sido un año marcado por la pandemia del coronavirus y las fatales consecuencias que significaron para la salud de las personas, con una caída de la economía en términos comparables con los ocurridos en la última guerra civil española.
Continuó su informe, indicando que a causa de la pandemia del coronavirus, el PIB español disminuyó en un once por ciento; más de 600.000 trabajadores perdieron su empleo, aumentando el paro hasta el 16,8 %. En la actualidad, aún permanecen en ERTE más de 900.000 trabajadores, muchos de los cuáles no tienen ninguna posibilidad de recuperar el empleo. En el mes de febrero se superaron ya los cuatro millones de parados.
Las expectativas económicas para el presente año, presentan gran incertidumbre, dependiendo del grado de vacunación que vaya registrando la población, con la esperanza de recuperación puesta especialmente en el segundo semestre.
Las previsiones actuales son que España crezca con 5,6%, bastante por debajo de las previsiones del Gobierno, lo que significaría recuperar la mitad aproximadamente del PIB, perdido en el año 2020.
En Asturias, seguimos inmersos en la negrura de las perspectivas que afectan de lleno a la competitividad de nuestra industria, el coste de la energía eléctrica, el aumento del coste de la tonelada de CO2, el escaso peso político de nuestro Gobierno Autonómico para modificar el estatuto de la energía electrointensiva, la carga burocrática y en definitiva, el mayor coste de producción que tienen nuestras empresas con respecto a las instaladas en otras comunidades vecinas. Así y todo surgen algunos elementos esperanzadores, añadió Ovidio de la Roza, como la decisión de Amazon de ubicar su almacén regulador en el Polígono de Bobes o que Arcelor recupere la producción en todas sus instalaciones, con un aumento de la demanda del 5,5 y una cartera de pedidos para un semestre.
Respecto a las infraestructuras de transporte en el Principado, ratificó la larga espera de los enlaces de la Y con la ASII, y la circunvalación de Gijón, los enlaces de la Peñona con el Puerto y la Zalia, el desarrollo de esta última, los accesos a los Puertos de Gijón y Avilés, la puesta en marcha de líneas marítimas desde nuestros Puertos, resumiendo: “En definitiva estamos igual que los últimos años, sin avances sustanciales en el desarrollo de los mismos”.
A nivel nacional, respecto a la negociación con el Ministerio, MITMA de los diez puntos planteados por el CNTC, tampoco se está avanzando.
“Sobre la regulación en los procesos de la carga y descarga por parte de los conductores seguimos sin llegar a ningún acuerdo ante la cerrada posición de empresas cargadoras y la Administración que se oponen a eliminar la coletilla “salvo pacto en contrario”.
Asimismo, el sector sigue pendientes y con preocupación el resto de temas planteados, como son:
La imposición de peajes en todas las autovías que ahora no lo tienen, la modificación de la actual normativa sobre pesos y dimensiones, la fiscalidad sobre las energías, el régimen de módulos, las áreas de descanso seguras, la movilidad urbana o el plan de impulso y sostenibilidad del sector entre otras cuestiones que se han planteado a raíz de la aprobación del paquete de movilidad europeo o las sentencias del Tribunal Supremo sobre la antigüedad de los vehículos o el concepto de honorabilidad.
“No cabe más que esperar y confiar en superar la difícil situación que atravesamos, en la seguridad de que una vez más será la ciudadanía civil la que logre sacar esta difícil coyuntura adelante a pesar de los nefastos políticos que nos gobiernan”.
