“El camión es mi psicólogo. Me evado de los problemas cuando conduzco”, entrevistamos a Ana Rosa González, de Transportes Jomaro

Ana Rosa González tiene 57 años y nació en Argüelles, Siero. Dejó su trabajo en un supermercado para formar una SL junto a su pareja, Pepe y ya no quiere bajarse del camión. Es toda una transportista, que rompe con los estereotipos, y de la cual, sus compañeros dicen con afecto que “no da la pinta de camionera”.

¿De donde te viene el querer ser camionera?

De pequeña ya escuchaba a mi padre que quería ser camionero. Yo era una niña y lo escuchaba pero a mi madre no le gustaba. No lo veía bien, tenía varios perjuicios.

¿Cómo surgió dedicarte a ello?

Después por ciertos motivos no te dedicas a ello y estuve 25 años trabajando en Carrefour. Me aburría y entonces dije, ¿qué hacemos? Pues yo tenía a mi pareja que era transportista y me sugirió la posibilidad de poner una S.L.

¿Cómo fue el proceso?

Empecé por el título de transportista y luego ya hice los carnets. Había gente que me animaba porque decían que nunca se sabía si me iban ha hacer falta. El carnet de rígido fue todo a la primera, el de tráiler se me hizo un poco complicada la pista, la carretera no. Estuve mas o menos a punto de tirar la toalla pero allí había gente para animarme y decirme que podía con ello. Así fue como me encaminé, al principio no llevaba el camión, solo me encargaba de la administración. Empezamos a trabajar para XPO. Mi pareja es camionero de siempre pero no era autónomo. Compramos camión e hicimos la S.L. Transportes Jomaro 2015. Yo me encargaba de la parte administrativa de los viajes. Luego cuando la pandemia pasamos de XPO para transportes familia pico y mejoramos condiciones.

Con la pandemia nos dijeron que se necesitaba mover mucha más mercancía y si me unía yo pues ganamos más. En principio ibas y volvías una o dos veces, luego pues vas cambiando vas diciendo pues en vez de ser una semana fuera, hacemos una ruta fija. Con el ultimo cambio ahora trabajo con una ruta fija Barcelona Asturias con paquetería de DHL y no me volví a bajar del camión.

¿Qué ruta tenéis?

A Barcelona vamos 4, dos Asturias, dos Barcelona. Hay semana corta y semana larga que haces tres viajes a Barcelona y vuelves.

¿Cómo lo ve tu familia?

Tengo dos hijos y al principio les resultaba chocante por que no sabían nada de camiones. Luego lo fueron asimilando. Ninguno quiere el transporte. Yo les digo que saquen el título de transportista, que al menos podrían tener un chófer que les lleve el camión. Ahí están pensándoselo. No te dicen si vale perfecto. Estuvieron más reacios de lo que lo están ahora. Para dedicarte a este mundo te tiene que gustar mucho. Tiene que llamarte. Según está la vida ahora y el transporte, pues es normal que no le llame la atención a un joven de 20 años. También es cierto que el precio de los permisos y los carnet están por las nubes, es mucho dinero. No lo hacen atractivo. Si mandas a un joven con 22 años irse solo no le va a gustar.

¿Cómo os organizáis tu pareja y tu?

Los viajes que hago yo son con mi pareja. Lo hacemos en condición de equipo y conducimos el camión cuatro horas y media cada uno. No son iguales los descansos a los que se harían si fuera
uno solo. La verdad que no es forma de vida ni el trato que se recibe. No puedes decirle a un joven que esté toda la semana fuera de casa solo viviendo en una cabina. Te tiene que gustar mucho y tienes que estar mentalizado. Luego ya gustándote pues vas adaptándote a ello. Tienes que llevarlo en la sangre.

¿Qué es para ti el camión?

Yo me subo a un camión y me evado de todos los problemas. Para mi es mi psicólogo.

¿Has vivido alguna diferencia por ser mujer?

Yo lo viví más en la pandemia. Los servicios en las estaciones eran los mínimos. Cuando parabas para ir al baño te decían que no tenían. Solo estaba el de los camioneros, que casualmente era
el de hombres y el de las mujeres permanecía cerrado. La excusa que te daban era que, ya que los hombres eran más sucios, pues para que iban a tener dos abiertos, que así solo manchaban uno. Entonces me tocaba en algunas ocasiones pedirles las llaves para poder entrar. Hay sitios que no tienen un aseo, una ducha o un simple lugar donde lavarte la cara por la mañana.

¿Y rechazo?

No me he encontrado con nadie que me haya rechazado por ser mujer. Te dicen lo que sea como cualquier hombre, pero personalmente casi me he encontrado más cosas a mi favor. Igual de ir a descargar y verme que era mujer y hacían el favor de abrirme antes aun que estuviera cerrado. Piensan que por ser camionera no puedes ser femenina. No tengo que ir como ellos en su momento. Yo en mi camión llevo mi neceser y mis cosas. Si que he escuchado el comentario de que no doy la pinta de camionera. Yo les pregunto ¿Cómo tiene que ser una camionera?

¿Cómo fue la huelga del año pasado?

Pues el parón antes de llegar a parar los dos últimos viajes era casi echar en una gasolinera 50 o 60 litros y te subía de forma exagerada. Llegó un momento donde dijimos que no daba lo que facturamos para todos los gastos que supone tener una S.L. Una empresa de transporte factura, pero hay muchos gastos, los peajes, el gasoil, comer, ir al taller… A raíz de la subida del precio de combustible suben el resto de las cosas, ir a cambiar las ruedas ya es mucho más caro. También subieron los seguros, la cuota de autónomo… Trabajar para no ganar no tiene mucho sentido. Estuvimos 15 días y probablemente tendríamos que haber tirado hasta semana santa y así presionar más.

¿Hay unión entre transportistas?

He visto poca unión entre autónomos y asalariados. El asalariado dice que como tiene su nómina pues que el no tiene ningún problema. Igualmente, su jefe seguro que los tendrá. Yo si ahora quisiera poner otro camión pues no podría debido a todos los costes que conlleva. Mi asesor cuando se lo pregunté me dijo que si en vez de una empresa quería poner una ONG. Yo siempre digo que tendría que haber un precio mínimo y otro máximo.

Mi vida no puede ir en función de si el gasoil sube o baja. Me encantaría hablar con los que ponen los precios de los portes y preguntarles por que se basan en la subida o bajada del precio del combustible, cuando hay muchos más gastos. Hay que cruzar los dedos también para que no te toque una avería en el camión y tengas que llevarlo al taller. He tenido compañeros que tenían 5 o 6 camiones y hoy en día solo el suyo. Los autónomos cuando estamos de enganche tendríamos que cobrar por portes hechos.

¿Y compañerismo?

Somos el sector más fastidiado y en el que menos unión existe. Hay una guerrilla entre asalariados y autónomos. No se quieren unir con nosotros porque ven que ellos tienen su sueldo fijo a final de mes independientemente de los problemas que pueda tener su jefe. No hay colaboración ninguna. Además, hay como enfrentamientos continuos. En la carretera si adelantas les parece mal. Por otro lado, hay gente que se cree de mejor clase por la marca de camión que llevan. Como tengan un camión mejor que el tuyo y les adelantes para que queremos más. En la carretera parece que molesta un camión. Mucha gente lo dice. Tenemos que esperar a salir por que la gente esté yendo o volviendo de sus vacaciones, por ejemplo. Nadie quiere continuar con ese oficio y no se como piensan que van a llegar las cosas. Si yo un domingo no saco el camión, quizás no puedan tener la leche en el supermercado un lunes. Piensan que todo viene por arte de magia.

¿Cómo te ha ayudado Asetra?

Asetra para mi lo primero es la gente que tienen allí, es encantadora y siempre te resuelven rápidamente todos los problemas y todas las dudas que tengas. Siempre tienen buenas palabras. Todos mis papeleos, los permisos y demás lo hago a través de ello. Conozco a los de Oviedo y un poco a los de Gijón y todos son muy agradables. Te solucionan las cosas enseguida, te asesoran rápido y para mi son lo mejor.

¿Cómo es tu camión?

Ahora tengo un MAN, antes tenía un Iveco. Me encanta tener decorado el camión. Somos muy asturianos y eso lo llevamos. También hay una foto de nuestro perro Tomi, es como nuestro nieto porque mi hija no quiere tener hijos por el momento. En la parte de adelante llevo también mi nombre.

Noticia publicada en el número 31 de nuestra revista, conmemorativa de San Cristóbal