Conclusiones del VIII Foro Transporte Multimodal Gijón

Gijón se ha convertido ya en una cita básica para los actores vinculados directa o indirectamente con la multimodalidad.

No sé si hemos batido el récord de asistentes este año, pero si no es as., estoy seguro de que estamos cerca de ello. Por tanto, quiero agradecer también su asistencia a todos los participantes.

La multimodalidad se fundamente en la colaboración entre modos de transporte, teniendo un papel fundamental en esta colaboración el transporte por carretera, pues el ferrocarril y el barco tienen que ser herramientas al servicio del transportista, jamás contra él. Este Foro pretende precisamente eso, facilitar y fomentar ese acercamiento y esa colaboración.

Las asociaciones juegan un papel clave, no solamente en la defensa de los intereses del sector ante las AA.PP., también en permitir y promover el diálogo y la colaboración entre sus miembros.

Pero si vamos a la situación de la multimodalidad en España, vemos una realidad muy alejada de la que podríamos desear. Una cuota modal del ferrocarril en la cola de Europa y que, a pesar del crecimiento de las empresas privadas, o mejor dicho alternativas, no consiguen compensar las caídas de volumen de la estatal RENFE.

De unos años a esta parte, desde los estamentos públicos se nos manifiesta una y otra vez la voluntad de revertir esta caída, pero a la vista de los nulos resultados obtenidos hasta la fecha, llego a la conclusión de que, o no se ha dado con el modelo adecuado de impulso o bien éste es insuficiente y requiere una mayor potenciación.

Nuestros dirigentes han apostado por el desarrollo de las infraestructuras, se ha invertido grandes cantidades en ello y, ciertamente, en España no tenemos nada que envidiar a nuestros socios europeos en cuanto a desarrollo de aeropuertos, autopistas y autovías o líneas de alta velocidad, especialidad ésta en la que somos líderes en Europa. Ya sé que el AVE aun no llega a Gijón y muchos de los que me estáis escuchando pensaréis que aún queda tarea por hacer, no lo discutiré.

Pero si volvemos a poner el foco en el transporte de mercancías, coincidiremos en que el ferrocarril de mercancías ha sido repetidamente marginado en este gran esfuerzo inversor. No obstante, tenemos motivos para la esperanza, se están adecuando importantes ejes ferroviarios, como los dos corredores, Mediterráneo y Atlántico, así como autopistas ferroviarias.

De todos estos proyectos, quizás el que pueda ver antes la luz, o el que pueda generar un mayor impacto en el crecimiento del ferrocarril, es la Autopista Ferroviaria Algeciras – Zaragoza. Las AA.FF. son la modalidad de transporte de mercancías que más está creciendo en Europa y dado el gran tránsito de camiones que cruzan la Península de sur a norte y de norte a sur, es fácil suponer que la puesta en marcha de este servicio tenga una gran demanda potencial.

En cualquier caso, es un proyecto que implica la adecuación de túneles y pasos elevados al gálibo P400/P420 y no va a estar operativo antes de 2026. A mí se me antoja que nacerá prematuro a pesar de esta larga gestación, puesto que para poder enlazar con las ya existentes AA.FF. europeas necesitamos que a la altura de Zaragoza no se coloque una topera en la vía sino, que ésta se prolongue hasta Barcelona o Júndiz.

Me preocupa también el impacto que todas estas obras van a tener en la actual red general. Se prevén importantes desvíos de rutas y, lo que es peor, muchas interrupciones de servicio sin itinerario alternativo. Esos cortes de vía van a ser prolongados por la importancia de las obras a acometer. Esto juega totalmente en contra de los objetivos de crecimiento del sistema. Quiero aclarar, de todos modos, que este no es un problema exclusivo de España, en muchos países de Europa occidental está ocurriendo lo mismo con grandes afectaciones al servicio ferroviario que limitan claramente el desarrollo de la multimodalidad.

Igualmente quiero destacar que las infraestructuras son necesarias, pero no suficientes. El disponer de una infraestructura no significa que vayamos a tener oferta de servicios y ése es otro de los temas que me preocupa.

Si echamos un vistazo a la oferta actual de servicios multicliente en España, veremos que es totalmente insuficiente. Ello se debe a que el negocio es poco o nada atractivo a los inversores y eso debería dar mucho que pensar a nuestras autoridades.

Es cierto que se están dando ayudas, desde este año disponemos del tan reclamado ECOINCENTIVO, pero lamento tener que decir su diseño no es adecuado y su cuantía insuficiente para dar la vuelta a la situación.

Nuestros socios de la UE quieren darle un impulso al sistema y acaban de publicar una Directiva que conmina a los estados miembros a tomar las medidas oportunas para reducir en un 10% en 7 años el coste del transporte intermodal. Un 10% del coste total del transporte, considerando el fuerte impacto de los costes de fricción, me parece un objetivo realmente ambicioso. Veremos cómo se puede llevar a cabo.

Sé que el gobierno confía en el crecimiento de los tráficos ferroportuarios y apuesta firmemente por ellos, de hecho, las grandes compañías navieras han tomado o están tomando posiciones en el sector ferroviario español para conectar sus diferentes puertos o facilitar el posicionamiento de sus contenedores en el interior de la Península. Yo lamento que este foco puesto en el transporte marítimo deje de lado el objetivo de hacer que se suban al tren los tráficos tradicionales de carretera. En especial si tenemos en cuenta el gran volumen de mercancía terrestre que circula por nuestra geografía.

De todos modos, quiero destacar que vivimos un momento especialmente dulce para el desarrollo de la multimodalidad, la escasez de conductores, la necesidad de mejorar la conciliación de los profesionales del transporte, la exigencia de reducción de huella de carbono, las crecientes ecotasas (el MAUT alemán se incrementará hasta en un 83% a partir del próximo 1 de diciembre), la próxima tasa de contaminación y, sobre todo, la apuesta que nuestra sociedad exige por el desarrollo de sistemas sostenibles ambientalmente. De hecho, cada vez es más frecuente que los grandes cargadores den prioridad a las soluciones intermodales frente al tradicional transporte por carretera.

Por tanto, a pesar de las preocupaciones que manifiesto en el futuro inmediato, soy optimista en el medio plazo, no veo otra opción en una sociedad desarrollada que no pase por una mayor utilización del ferrocarril y de la intermodalidad, quiero animar a los transportistas tradicionales de carretera que se acerquen al tren, que lo hagan de forma gradual pero que no lo dejen pasar porque muy pronto las alternativas serán cada vez más difíciles de gestionar.

Juan Castellet San Miguel

Para terminar, quiero desearos a todos un feliz retorno a vuestros hogares y felicitar una vez más a ASETRA y a su presidente Ovidio de la Roza por el éxito de la jornada.

[FOTOS Cedidas por Transporte Profesional]

Noticia publicada en nuestro último número de la revista