Reflexiones sobre la coyuntura económica y empresarial de España y Asturias, en el ecuador del año 2023

El presidente de ASETRA, Ovidio de la Roza, reflexiona sobre la evolución económica y sectorial durante los primeros meses de este año tan dispar y contradictorio. Lo hace a pocos días del comienzo del verano en Asturias, que para muchas familias se iniciaba realmente coincidiendo con la celebración multitudinaria de la fiesta de San Cristóbal. El sábado día 8 de julio, en cualquier caso, la gran parte de los asociados de Asetra tendrán un bello recuerdo para aquel tiempo y para el patrón del sector que sigue protegiéndoles, contra viento y marea.

 

1- SOBRE LA COYUNTURA ECONÓMICA ESPAÑOLA

El pasado fue un año muy bueno, pese a todo pronóstico, para el sector, tanto desde el punto normativo como económicamente.

A lo largo del 2023, se han ido desarrollando, digamos, las semillas plantadas en el pasado en lo que se refiere a los acuerdos con el Ministerio, en materia de digitalización, tiempos y modos de descarga, formación profesional, progresiva implantación de nuevas energía en los vehículos… es verdad que algunas de estas iniciativas se han quedado en parte paralizadas por las elecciones, pero después de este paréntesis, vamos a exigir que la línea de trabajo iniciada continúe en progresión, independientemente de quien vaya a gobernar, porque el sector lo necesita y porque es bueno para la economía general también.

En los cinco primeros meses de este año y contrariamente a lo que algunos opinan, si se advierten síntomas de estancamiento. Ha caído la demanda en general, nos lo dicen tanto los transportistas de interior como de exterior, la ventas y volúmenes de productos hortofrutícolas por ejemplo, hasta un 14 por ciento, y la alimentación también.

Por contra, quizás el único sector que ha aguantado y crecido es la construcción, con un numero de obras muy importante en licitación, y, por supuesto, el turismo.

La entrada de dinero en España procedente de los fondos europeos, ha sido en efecto, muy grande, con efecto beneficioso para la economía nacional, aunque presentamos los niveles de deuda pública que tenemos y siga subiendo la inflación. Algo está pasando, el sector transporte siempre es muy buen termómetro para evaluarlo. Teóricamente la economía crece y el transporte está estabilizado, pero no crece por encima del PIB, que sería lo suyo en este tipo de coyuntura. Es por ello que debemos de tener mucha precaución frente al 2024, ejercicio en el que notará mucho más la reducción de gasto público, a la vez que el precio del dinero también está subiendo, lo que desanima a las empresas a la hora de plantearse nuevas inversiones, por dificultad para acceder a los créditos, y, en ocasiones, a facilitar la propia financiación.

En nuestro horizonte, también hay cierta preocupación, por no decir mucha, por el proceso de descarbonización o transición energética iniciado. Con todo el respeto por las iniciativas que hagan más sostenible todo nuestro entorno, como no puede ser de otra manera, creo que no hay que confundir descarbonización con electrificación, en lo que a nuestro sector se refiere.

La electrificación, por ejemplo, de los vehículos pesados, ahora mismo, sigue siendo totalmente inviable más que para muy reducidos recorridos; otra cosa es la opción del uso de los biocombustibles en los que se sigue estudiando y que permitiría además, que los vehículos sigan utilizando los mismos motores que ahora. No hay que precipitarse. Un camión eléctrico vale tres veces más que uno convencional, supera los 500.000 euros para andar 200 kilómetros.

 

2-SOBRE ASTURIAS Y EL DEVENIR DE LOS TIEMPOS

No me cansaré de decirlo, Asturias tiene potencial de todo tipo; desde su tradición como cabecera industrial, con empresas tractoras a nivel nacional. Tenemos agua, buen clima…muchos valores para ser una región importante. Lo que pasa es que no se aprovechan suficientemente.

Poco a poco, las infraestructuras van mejorando, con retrasos algunas que suman 50 años. Basta comprobar el aislamiento de las alas de la región, demoras que no se pueden entender, como los accesos a la Zalia y a los puertos, las obras de la autopista Y, los interminables atascos… Es un aburrimiento ponerme a repetirlas todas una y otra vez, y lo peor, pensar que a consecuencia de la situación política, de la inestabilidad política mas bien, hay unos cuantos proyectos que podrían volver a quedar pendientes.

Gobierne quien gobierne, aquí o en el resto de España, lo que tiene que estar claro es que hay que sacarlos adelante y que ha de existir un consenso real para abordar lo que es realmente importante: la Zalia, el acceso a la autopista desde la AS-II, las infraestructuras del Suroccidente, la línea marítima o el corredor del Atlántico…

En cualquier caso, también quiero recordar que mientras no hagamos de Asturias una región más amable para la atracción y la permanencia de las empresas, desde el ámbito fiscal y burocrático, vamos a avanzar muy poco.

Nos guste o no nos guste, hay ciertas medidas que son esenciales para el desarrollo empresarial. Y la realidad, es que frente a regiones de nuestro entorno más inmediato, tampoco hay que ir muy lejos a buscarlas, seguimos estando en desventaja. Véase Madrid, Valencia o la propia Andalucía como han reafirmado en los últimos años su compromiso con la captación de inversiones y la implantación de empresas y compruébense sus resultados frente a los nuestros.

Editorial de Ovidio de la Roza Braga, presidente de ASETRA y CETM publicado en el número 31 de nuestra revista, conmemorativa de San Cristóbal 2023