
En principio, la primera mitad del año ha supuesto una caída general de la demanda del transporte en la mayoría de los sectores, sólo con alguna excepción como la construcción y los graneles. Se puede cifrar en un descenso de la actividad en torno al 8 por ciento, incluyendo movimientos de importación y exportación.
Por el contrario, los costes no han hecho más que subir: precios del gasóleo, peajes, convenios… Si a eso le añadimos la histórica dificultad de trasladar costes al cliente final, constatamos que la rentabilidad de las empresas está cayendo a mínimos”, con estas palabras comienza el presidente de ASETRA su balance para la revista especial del verano, pocos minutos después de concluir una de las muchas videoconferencias que sigue desde su despacho en Asturias y que le mantienen en contacto continuo con el resto de las organizaciones territoriales y sectoriales de CETM, CEOE, CONETRANS, tomando el pulso al sector en todo el país.
“Los episodios electorales vividos en distintas comunidades españolas, así como las elecciones europeas han supuesto un importante estancamiento en las relaciones de nuestras asociaciones empresariales con la administración del Estado. Las cuatro mesas de trabajo creadas al amparo de los acuerdos de marzo del 2022 con el Ministerio de Transportes permanecen paralizadas, tal y como expusimos en el Congreso de CETM y en la Asamblea de CONETRANS. Así se lo hicimos saber también al ministro Puente, en la visita que mantuvimos posteriormente, permaneciendo a la espera de sus decisiones. Tanto en sus declaraciones como en las del Secretario de Estado han acertado a poner en valor la importancia de nuestro sector, pero toca esperar a que se concreten en algo más que palabras”, explica de la Roza.
“La paralización de las negociaciones es bastante fuerte, y no solo en España, sino también en toda la Comunidad Europea, donde se plantean temas prioritarios para el sector como la descarbonización, que nos afectan de manera directa sin saber muy bien cual va a ser su repercusión en los costes y la competitividad del transporte por carretera. Exigimos que no se intenten imponer situaciones imposibles o procesos que no vayan acordes con la realidad de los avances tecnológicos, disposición de combustibles alternativos, etc. La tendencia contraria es algo que nos ocupa y nos preocupa”.
Otras decisiones de carácter político que pueden suponer gran trastorno al sector en los próximos meses, así como a miles de pequeñas y medianas empresas, pasan por el Ministerio de Trabajo. “Algunas decisiones de carácter laboral nos pueden afectar de forma brutal, con normativa que bajo el sello de un mal entendido progresismo derive en un incremento desmedido de costes para las empresas y genere mucha incertidumbre e inseguridad jurídica. Confiamos, en cualquier caso, se imponga el sentido común, se retome la negociación con la CEOE y se reconduzca la situación, lejos de ultimátums de mal estilo.
Paralelamente seguimos apostando por el futuro del transporte por carretera, que sigue suponiendo más del 90 por ciento de la cuota de mercado, sin que ello suponga oposición al desarrollo del ferrocarril. Éste, será eficiente cuando los operadores puedan subir en él sus camiones, se haga un esfuerzo real en la gestión del proceso y se materialice el concepto de multimodalidad que planteamos cada dos años en nuestros foros de transporte”.
Sobre Asturias y el equilibrio territorial.
“Yo siempre digo que en Asturias tenemos condiciones realmente atractivas para la fijación y desarrollo de las empresas: agua, climatología, puertos, situación estratégica, empresas tractoras, trabajadores cualificados…y muchas más cosas. Pero, se necesita simplificar burocracia y, que no nos engañemos con la fiscalidad, porque sí que hay diferencias con otras comunidades, lo que influye y repercute en los precios y en la competitividad de las empresas. A la vez tenemos que poner realmente en valor la labor del empresario y de las compañías, las grandes y las pequeñas, que no es así siempre”.
El mantenimiento del Estado del Bienestar en la región y la evolución de las infraestructuras son otros dos asuntos prioritarios para el presidente de ASETRA que han de abordarse cuanto antes. “Estamos muy de acuerdo en la importancia de mantener el Estado del Bienestar que tenemos y la calidad de los servicios. Por supuesto. Pero ello sólo se consigue con un tejido empresarial potente que sea capaz de crear riqueza y empleo de calidad. Para su mantenimiento también se necesitan dinero e inversión, no teniendo ahora mismo claro como va a afectar a Asturias el proceso de negociación para la financiación autonómica iniciado
con otras comunidades.
En materia de infraestructuras, por ejemplo, y pese a los avances conseguidos en los últimos años, seguimos estando necesitados de compromisos e inversiones. ASETRA se ha sumado a la Alianza por las Infraestructuras y hemos firmado el último documento, que se ha actualizado después de casi diez años. Esto no significa que dejemos de ser exigentes a la hora de reclamar al gobierno de la nación que culmine el desarrollo de las infraestructuras pendientes. No somos tan ingenuos. El conjunto de voluntades que recoge el documento necesita calendario y por supuesto, inversiones cuantificables”